jueves, 17 de octubre de 2024

El Tiempo como Aliado: Reflexiones sobre las Etapas de la Vida

El tiempo es ese aliado silencioso que nos acompaña desde el primer aliento hasta el último. No podemos detenerlo. A veces tratamos de atraparlo o desafiarlo, sobre todo cuando en la etapa de la juventud parece prometernos una felicidad que en otra fuera inalcanzable. Pero, ¿es realmente así? ¿Estamos condenados a sentir que la plenitud se esfuma cuando dejamos de ser jóvenes?



A medida que avanzamos por los distintos momentos de la vida, descubrimos una verdad más profunda: la felicidad no está reservada para un tiempo específico, ni se escapa entre los dedos cuando dejamos atrás la juventud.

Cada etapa de la vida tiene su propia belleza. De niños, vivimos con los ojos bien abiertos, llenos de curiosidad por todo lo que nos rodea. De jóvenes, tenemos la energía y la pasión para explorar el mundo, para enfrentarnos a retos, para soñar en grande. Sin embargo, con el tiempo, descubrimos que la vida no se trata solo de alcanzar metas sino de aprender en el camino hacia ellas: Lo importante no es la llegada, sino el viaje.

¿Cuántas veces hemos sentido esa presión por “tenerlo todo” antes de cierta edad? Como si hubiera una línea imaginaria que separa el éxito del fracaso, la felicidad del vacío. Pero la vida no funciona de esa manera. Cada persona tiene su propio ritmo y lo que verdaderamente importa es lo que aprendemos mientras avanzamos, no la velocidad con la que lo hacemos.

“La capacidad de soportar la incertidumbre es clave para la madurez”.

Es en esa duda, en ese no saberlo todo donde reside gran parte de nuestro crecimiento. Con el paso del tiempo aprendemos que está bien no tener todas las respuestas, que la incertidumbre es parte de la vida y que el aprendizaje no se detiene nunca. De hecho, es en los momentos de mayor duda y desafío donde solemos descubrir nuestras mayores fortalezas.

Y es precisamente en la madurez, en la aceptación de la incertidumbre y del cambio, donde encontramos una felicidad más serena, más profunda. Ya no se trata de la euforia de lo nuevo, sino de la paz que trae el haber recorrido un buen camino y entender que todo tiene su tiempo.

La juventud es maravillosa, pero la adultez y la adultez mayor también nos regalan la oportunidad de ser testigos de cómo nuestras decisiones han moldeado nuestra vida, de disfrutar el presente sin las prisas que a veces nos marcan en los primeros años.

Cada etapa nos ofrece algo único, algo que solo podemos comprender plenamente cuando dejamos de resistirnos al paso del tiempo y lo abrazamos como parte de la experiencia humana. La juventud tiene su belleza, pero también lo tiene la madurez, con la sabiduría acumulada de los años y la adultez con la serenidad de haber vivido con plenitud.

La vida son dos respiraciones: Inhalamos cuando nacemos y exhalamos cuando morimos, todo lo que sucede en el medio es lo que nos define, lo que nos enseña a valorar lo que realmente importa. No se trata de cuánto duró la inhalación o lo profundo que fue el último suspiro, sino de cómo hemos vivido en ese tiempo entre ambas respiraciones.

Gracias por leerme. Soy Karina Almada, corresponsal de la vida desde El Mojinete del Rancho para todo el mundo.

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Hasta la próxima.

KA



viernes, 20 de septiembre de 2024

Tita & Rodhesia: Un Encuentro improvisado con el alma porteña

El teatro se viste de innovación y nostalgia con "Tita & Rodhesia", una obra donde Laura Azcurra y Valeria Stilman se ponen en la piel de dos mujeres fuertes.

Las protagonistas no solo interpretan un texto sino que también crean la obra en tiempo real gracias al arte de la improvisación. Están acompañadas por Juan Pablo Martini en el piano, Alex Musatov con su violín y loopera, y Nicolás Kornblihtt en el bandoneón.

"Tita & Rodhesia" es una propuesta teatral que rompe con los moldes tradicionales. Durante 60 minutos el público, además de ser el espectador, es un cómplice activo de la narrativa que se desarrolla sobre el escenario.

Laura Azcurra encarna a Tita, una mujer moderna y vibrante, mientras que Valeria Stilman da vida a Rodhesia, quien se aferra a las tradiciones del pasado. Ambas actrices, con su talento y versatilidad, exploran los contrastes y las similitudes de estas dos mujeres porteñas y arrabaleras.

La obra se estrenó el 14 de septiembre y se presenta todos los sábados a las 21 horas en Caras y Caretas 2037, ubicado en Sarmiento 2037.



Con un formato que desafía lo convencional, "Tita & Rodhesia" invita al público a participar activamente en la construcción de la historia. A través de consignas y sugerencias, los espectadores colaboran en la creación de momentos únicos e inolvidables en cada función.

"Tita & Rodhesia" no solo es teatro, es un diálogo vivo entre el pasado y el presente, entre la audiencia y las artistas, donde cada función es una nueva creación efímera e irrepetible.

Podés visitar sus redes sociales en @somostitayrodhesia y por favor, no te pierdas esta experiencia teatral única en Buenos Aires.

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jueves, 12 de septiembre de 2024

¿Ahora la Inteligencia es Artificial?

Durante décadas fuimos testigos de avances tecnológicos, que nos sorprendieron, que resistimos por miedo al cambio y luego entendimos que nos facilitaban la vida.

Cuando apareció la primera computadora, más veloz que cualquier humano, la miramos de reojo pero no hubo temor. Nos asombramos, es verdad, pero supimos que era una herramienta para acelerar nuestros cálculos y no para reemplazarnos. Lo mismo pasó con la llegada de un tractor o una grúa, máquinas más fuertes que cualquiera de nosotros, pero no fue vista como una amenaza de extinción sino como una forma de potenciar nuestro trabajo físico. Pero hoy, con el avance de la inteligencia artificial, la sensación es diferente. Nos encontramos ante una tecnología que no solo es más rápida o más fuerte, sino que parece ser, al menos en apariencia, más inteligente.

Y ahora sí, surgen las dudas, los mitos y los prejuicios ¿Qué hacemos cuando una máquina puede "pensar"? ¿Qué lugar nos queda en un mundo donde la inteligencia artificial puede escribir, analizar e incluso tomar decisiones? ¿Estamos en peligro de perder lo que nos hace humanos?

Es importante que entendamos algo fundamental: la inteligencia artificial no es nuestra enemiga ni vino para reemplazarnos. Su verdadero valor radica en su capacidad para complementarnos, para aliviar las tareas que nos agotan y dejarnos espacio para lo que realmente importa: la creatividad, la empatía, el ingenio, la curiosidad, la capacidad de escuchar al otro (aunque llevamos años sin escucharnos unos a otros), esas cualidades que son tan humanas.

El avance tecnológico siempre trajo controversias, resistencia al cambio, pero en este caso que genera ideas apocalípticas, hay un riesgo que no debemos subestimar: el de olvidar usar nuestra propia inteligencia.

Si dejamos que la IA piense por nosotros en todo momento, corremos el peligro de atrofiar nuestras capacidades. Automatizar lo repetitivo puede ser beneficioso pero no automaticemos lo esencial: nuestra capacidad de reflexión, de aprender, de crear. Es como dejar de usar los músculos; con el tiempo, se atrofian.

En 1950, Isaac Asimov escribió “I, Robot” (“Yo, Robot) un libro que nos lleva a un futuro donde los humanos conviven con robots. En la adaptación cinematográfica, protagonizada por Will Smith, hay un diálogo que resume la tensión de esta convivencia. El detective Spooner, desconfiado del valor de estos humanoides, pregunta si un robot podría crear una obra de arte, a lo que el robot responde: "¿Y usted, detective?". Esa pregunta es la que nos hace ruido: ¿Qué significa ser "humano" en una era donde la tecnología no solo nos acompaña, sino que parece competir con nosotros en el terreno de la inteligencia?


La inteligencia artificial puede ser más rápida y precisa que nosotros en muchos aspectos pero la pregunta no es si una IA puede crear una obra de arte o una sinfonía. La pregunta es: ¿nosotros, los humanos, estamos dispuestos a dejar de hacerlo?

Al final, la clave está en el equilibrio. Incorporar la IA en nuestras vidas puede hacernos más eficientes, pero nunca debe ser a costa de perder lo que nos define como seres humanos: nuestra curiosidad, nuestra capacidad de soñar, nuestro deseo de explorar el mundo, la capacidad de la empatía. la solidaridad. Hay algo que solo nosotros tenemos y es nuestra inteligencia emocional, el alma (no lo digo en el sentido religioso) sino más bien en esa humanidad que le da forma y sentido a lo que hacemos. Nosotros, los humanos, somos capaces de imaginar y de amar.

¿La inteligencia artificial es más inteligente que nosotros? Tal vez. Pero la verdadera pregunta es: ¿y nosotros, seguiremos siendo lo suficientemente inteligentes como para no olvidar lo que nos hace humanos?

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Soy Karina Almada, corresponsal cultural, desde El Mojinete del Rancho para todo el mundo.


jueves, 5 de septiembre de 2024

El Camino de la Scaloneta y el Legado de Di María: Un Ejemplo de Perseverancia

Hoy, cuando la Scaloneta salga a la cancha para enfrentar a Chile, no solo veremos a un equipo que busca un lugar en el próximo mundial, sino que también seremos testigos del resultado de años de sacrificio, esfuerzo y disciplina.

Los jugadores que vestirán la camiseta celeste y blanca recorrieron un largo camino lleno de obstáculos para llegar hasta donde hoy están. Uno que comenzó mucho antes de que los focos y las cámaras los iluminaran.


Es fácil ver la parte glamorosa del deporte: los estadios llenos, los aplausos, los títulos ganados, el dinero y los lujos. Pero detrás de cada triunfo, hay historias de sacrificios silenciosos, de largas jornadas de entrenamiento, de sueños que parecían inalcanzables.

Los deportistas que hoy admiramos, como los que integran La Scaloneta, no llegaron a este punto por casualidad. Desde chicos enfrentaron desafíos inmensos, con un claro objetivo en la mente. Dejaron atrás cumpleaños familiares, amistades, y muchas veces pusieron su cuerpo y su mente al límite.


Uno de los nombres que destaca en este grupo es el de Ángel Di María, Fideo, quien hoy vive una de las despedidas más emotivas que el fútbol argentino haya visto. Di María, un jugador resistido, criticado, e incluso insultado por muchos, nunca dejó de intentarlo. Hubo momentos en los que el peso de las palabras parecía más fuerte que el de la camiseta que llevaba puesta, pero él nunca se rindió. Siguió luchando, siguió creyendo. Mientras muchos lo criticaban desde la comodidad de un sillón, él trabajaba en silencio para dar vuelta su historia.

Hoy, cuando se despide de la selección, lo hace con la frente en alto y con la felicidad de haber escrito su nombre en la historia grande del fútbol argentino. Di María no solo nos deja recuerdos inolvidables en la cancha, sino una lección invaluable: nunca se rindió, nunca dejó que el rencor o las críticas definieran su camino. En lugar de eso, las tomó como combustible para seguir adelante, para demostrar que cuando uno cree en sí mismo y trabaja con dedicación, todo es posible.


A Fideo solo podemos decirle: Gracias por no abandonar tu sueño, por enseñarnos que el éxito no se mide solo en títulos, sino en la perseverancia, en levantarse después de cada caída. Gracias por recordarnos que rendirse nunca es una opción.

La Scaloneta seguirá su camino, pero el legado de Di María quedará para siempre, como un ejemplo de lo que realmente significa luchar por lo que se ama.

Soy Karina Almada, corresponsal de la vida, desde El Mojinete del Rancho para todo el mundo.

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Kary




miércoles, 4 de septiembre de 2024

¿Tenés manejo de Fax?

Hoy, en el Día de la Secretaria, me acordé sobre cómo mi primera profesión marcó el inicio de mi camino hacia donde hoy estoy. Tipeando estas líneas como escritora y comunicadora recuerdo cuando tenía veinte años, como muchas personas de mi generación, creía que los sueños debían esperar mientras nos aferrábamos a lo seguro. Así fue como, a pesar de querer convertirme en escritora, opté por elegir el camino de recibirme de Secretaria Ejecutiva, una carrera que prometía estabilidad.


A los 18 años, recién salida del colegio, mi primera entrevista de trabajo me confrontó con una pregunta que parecía definir mi futuro:
¿Tiene manejo de fax? Aquella simple pregunta resonó más allá de la tecnología de entonces; fue un aviso de cómo el mundo laboral esperaba habilidades específicas siendo tan joven y cómo las ambiciones personales podían quedar en segundo plano.

Hoy, mientras miro para atrás, sé que mi tiempo como secretaria fue mucho más que un trabajo temporal. Fue una escuela de disciplina y organización, una maestra que me enseñó a enfrentar desafíos con determinación y a encontrar belleza en la meticulosidad de los detalles.


Cada día frente a la pantalla de la computadora, como escritora y periodista, utilizo las lecciones que aprendí en aquella época. La meticulosidad en la investigación, la disciplina en los plazos, y la organización en la estructura de mis artículos y novelas son todas habilidades que pulí durante años en esa primera carrera.

Ser secretaria fue solo el comienzo de mi viaje hacia la realización de mis sueños literarios. Luego llegó la hora de ingresar a la facultad y estudiar Relaciones Públicas y mucho tiempo después de aquellos años me encontré con la literatura y el periodismo. Ahora, puedo decir con orgullo que mis palabras son mi herramienta para crear historias, para inspirar, informar y conectar con vos, que sos quien me lees.



En este Día de la Secretaria, celebro no solo a quienes ejercen esta noble profesión, sino también a lo que ella significó para mí: un primer paso valioso en mi camino hacia la escritura y el periodismo. Como una metáfora de la vida misma, cada papel que tomamos, cada pregunta que hacemos, moldea el tejido de nuestro destino.

Hoy, honro a la secretaria que fui, mientras abrazo con gratitud la escritora que soy. Porque ambos roles, en su esencia, comparten el deseo de comunicar, de organizar ideas y de dejar una marca en el mundo.

Que este día sea un recordatorio para todos nosotros de que cada experiencia, por humilde que parezca, puede ser el trampolín hacia nuestros sueños más grandes. Y que cada pregunta sobre el “manejo del fax” puede ser el inicio de un camino lleno de posibilidades.


Soy Karina Almada, escritora y periodista desde El Mojinete del Rancho para todo el mundo.

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Hasta la próxima.

Karina Almada.

sábado, 17 de agosto de 2024

El Sueño Olímpico: Un Viaje Emocional que NO Termina

A una semana de haber terminado el sueño olímpico, ya estoy pensando en encender la próxima llama. 

No estuve en la Villa Olímpica ni competí en ningún estadio, pero si hablo en primera persona es porque, de alguna manera, lo sentí propio. 

Cada cuatro años los Juegos Olímpicos se convierten en una experiencia tan personal como global, donde el espectador también es parte del equipo. Se transforma en cómplice de las hazañas y en eco de las emociones.

Durante esas semanas, sufrí, alenté, grité, lloré (de alegría y de tristeza) y aplaudí de pie a propios y ajenos. Sentí la misma fatiga muscular que los deportistas, sus nervios y sus emociones. A través de la pantalla, me conecté con la soledad y el abandono de quien, tras cuatro años de preparación, ve su sueño desmoronarse por un error. Pero también compartí la inmensa alegría del que, contra todo pronóstico, logra alzarse con el oro.

Bailé con las gimnastas, salté con los atletas, rematé con los voleibolistas, emboqué con los basquetbolistas, remé con los remeros, goleé con futbolistas y hockistas, tackleé con los rugbiers, bloqueé con los judocas, pegué con los boxeadores, nadé con los nadadores, pedaleé con los ciclistas y corrí con los maratonistas. Canté nuestro himno con un nudo en la garganta y lágrimas asomándose por mis ojos. Soñé varias veces con ser una de ellos.

Así son los días olímpicos, plagados de emociones, de sueños, pero también de sacrificios y de disciplina. Nos enamoramos de la victoria, pero desconocemos el proceso. Queremos la recompensa, pero ignoramos el esfuerzo. Sin embargo, los Juegos Olímpicos no solo nos recuerdan la gloria del triunfo, sino también la belleza del intento, la importancia de cada paso dado en el camino hacia la meta.

A medida que la llama olímpica se apaga, queda en nosotros una chispa que no se extingue, una esperanza que se renueva. Porque, aunque los Juegos terminen, el espíritu olímpico sigue vivo en cada uno de nosotros. Y mientras aguardamos la próxima ceremonia de apertura, seguimos soñando con ese momento en que, una vez más, la antorcha ilumine el cielo y dé comienzo a nuevas historias de lucha, superación y gloria.




Es en ese sueño compartido donde reside la verdadera esencia de los Juegos Olímpicos: en la capacidad de unirnos, de hacernos sentir parte de algo más grande y de recordarnos que, al final, todos somos atletas en el juego de la vida.

Solo deseo que nuestro deporte sea considerado como prioridad en la agenda de quienes administran nuestros recursos. El deporte necesita planificación a largo plazo, apoyo financiero, estructura edilicia y sobre todo compromiso real y sincero de dirigentes y políticos porque talento y deportistas ya tenemos.

Gracias infinitas a todos los deportistas que entregan su vida desde muy chicos.



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Gracias por leerme. Soy Karina Almada, corresponsal de la vida desde El Mojinete del Rancho para todo el mundo.

Hasta pronto.

jueves, 13 de junio de 2024

Día del Escritor y Escritora

¿Qué sería del mundo sin las historias, las palabras que nos transportan, los personajes que nos hacen soñar?

Ser escritora es un viaje fascinante, una aventura única. Es abrir las puertas de la imaginación y dejar que las palabras fluyan.



Escribir es crear mundos, es darle voz a los pensamientos más profundos, es plasmar emociones y dejar una huella en cada lector.

La felicidad que me genera esta profesión es indescriptible. Es un placer encontrar la palabra justa, la frase perfecta, el giro inesperado que logre sorprender.

Cada página escrita es un pedacito de alma, un susurro que se convierte en un grito, un sueño que se transforma en realidad.



Escribir es como un baile entre la mente y el corazón, donde se encuentran la razón y la pasión.

Hoy celebro la magia de escribir, la alegría de crear y el orgullo de ser parte de esta maravillosa comunidad de contadores de historias.

Feliz Día del Escritor/a a todas mis colegas, compañeras de letras y soñadoras empedernidas.

Que nunca falten las ideas, las musas y las ganas de seguir narrando.



Y a vos, que leíste mis historias, gracias por acompañarme en este viaje.

Sigamos explorando los infinitos universos que las palabras nos regalan. 

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Gracias por leerme.

Karina Almada.