domingo, 21 de abril de 2024

Reseña Teatro - "El Emperador (Tres Noches)"

"El Emperador (Tres Noches)": Un Viaje al Laberinto del Amor y la Incertidumbre.

En el corazón de Villa Crespo, en el íntimo escenario del Teatro ÑaCa, se despliega un universo de emociones en constante ebullición en la segunda temporada de "El Emperador", una obra magistralmente creada y dirigida por Clara Charrúa. En esta ocasión, el protagonista, interpretado por el talentoso Andrés Terigi, nos sumerge en un viaje introspectivo a través de tres noches cargadas de amor, deseo y desencuentro.


La pieza se presenta como un soliloquio íntimo, una ventana abierta al tumulto emocional de Tomás, un hombre atrapado en el torbellino de sus propios sentimientos.

Enmarcado por los ensayos de  Barthes en “Fragmentos de un discurso amoroso” y la atmósfera evocadora del tango, el espectáculo invita a explorar los laberintos de la mente y el corazón, donde la incertidumbre y la pasión entrelazan sus caminos de manera inextricable.

Desde el primer compás, el espectador es cautivado por el trabajo actoral de Terigi, quien con habilidad camaleónica da vida a una multiplicidad de personajes que pueblan el mundo de Tomás.

Su actuación, llena de matices y profundidad, te sumerge en sus emociones, desde la euforia hasta la desesperación, pasando por la melancolía y la esperanza.



La dramaturgia de Clara Charrúa va tejiendo los hilos narrativos que entrelazan las tres noches cruciales en la vida de Tomás. Cada palabra, cada gesto, está impregnado de significado, te llevará de la risa al llanto en un abrir y cerrar de ojos. A través de diálogos ágiles y profundamente humanos, la obra te confronta con las complejidades del amor y la inconstancia, desafiando las concepciones preestablecidas sobre el afecto y la entrega.

"El Emperador (Tres Noches)" es mucho más que una obra de teatro; es un viaje emocional que te invita a reflexionar sobre los propios vínculos y deseos. En un mundo marcado por la fugacidad y la incertidumbre, esta producción destaca como un faro de luz en la oscuridad, te recuerda la belleza y la complejidad de amar y ser amado.


La iluminación, como un pincel en manos de un artista, es un elemento crucial en la creación de atmósfera y emoción en cualquier producción teatral, y en este aspecto, "El Emperador" no decepciona. Cada cambio de luz es una nota en la partitura emocional de la obra, delineando los momentos de esperanza, melancolía y desesperación con una precisión quirúrgica. Desde los tonos cálidos que envuelven los momentos de intimidad hasta los destellos de luz que resaltan los puntos álgidos del conflicto, el diseño de iluminación transporta al espectador a un mundo de sensaciones y emociones.

La música también es otro gran acierto de la obra: la banda sonora de "El Emperador" es una sinfonía de emociones en constante evolución. Desde los acordes melancólicos del bandoneón hasta los ritmos frenéticos del tango, la música es un personaje más en la obra, tejiendo los hilos invisibles que conectan las diferentes escenas y emociones.

Cada nota, cada silencio, es un eco de los sentimientos que pulsan en el corazón de la historia, elevando la experiencia teatral a nuevas alturas.

El teatro es un espacio nuevo y muy acogedor para que la experiencia sea única desde que llegás al lugar.


Todos los domingos a las 19 horas en el Teatro ÑaCa (Julián Álvarez 924, Villa Crespo), no te pierdas esta obra. Las entradas se consiguen por Alternativa Teatral.

¡No te la pierdas! 

Gracias por leerme.

Soy Karina Almada, corresponsal teatral, desde El Mojinete del Rancho para todo el mundo. 

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Hasta la próxima.



                                                                                                                                    

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