Para mí el año verdadero arranca en marzo, al menos en esta parte del mundo, donde comienzan todos los ciclos lectivos, volvemos de las vacaciones y ponemos en funcionamiento la maquinaria para cumplir aquellos deseos de fin de año.
Pero, antes de empezar esa carrera loca del 2019, nos queda disfrutar del feriado de carnaval, que ya se está palpitando.
Quienes aún no se fueron de vacaciones, aprovechan este último finde largo para disfrutar lo que va quedando del verano. Luego, ya prepararnos los saquitos y las joguinetas para los primeros aires frescos de otoño.
En cada rincón del mundo se festeja el carnaval de manera diferente. Podemos disfrutar el de Río con toda la samba carioca o, también podemos disfrutar el carnaval veneciano, con sus máscaras y trajes medievales.
El carnaval de Venecia se remonta al Siglo XI pero recién se declaró como fiesta en el Siglo XIII. Su vestimenta, de carácter aristocrático, debe estar acompañada por una máscara que cubra completamente la cara. Esta costumbre surge porque la nobleza se mezclaba con el pueblo en esta fiesta popular pero no quería ser reconocida.
En cambio, en Río la dinámica es diferente, desde la música y sus trajes hasta la diversión compartida que invaden los barrios con bailes, desfiles y fiestas callejeras.
En Río se trabaja todo el año esperando la fiesta más importante de América. Las diferencias sociales se disipan, en este festejo, en un ambiente incomparable donde la alegría carioca hace latir los corazones al ritmo de la samba.
En Argentina no nos quedamos atrás con el carnaval. Hay varias ciudades en las que se arman fiestas, bailes y desfiles. En Buenos Aires, lo llamamos corso y son las murgas con sus revoleos de piernas y brazos que invaden las calles porteñas para bailar al ritmo del candombe.
En Entre Ríos, y más precisamente en la hermosa y querida ciudad de Gualeguaychú se despliega un desfile de enormes comparsas. Los diferentes clubes sociales como el club Sirio Libanés y su comparsa Kamar, el Tiro Federal y Ará Yeví o el Central Entrerriano y su Marí Marí salen cada año a mostrar tus trabajos por el corsódromo de la ciudad.
Cualquiera sea el destino o el lugar donde te encuentre el carnaval, vivilo con alegría y felicidad.
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