viernes, 30 de mayo de 2025

Cyrano: una fábula de amor que desafía las apariencias.

Por Karina Almada 


Cyrano de Bergerac es sin lugar a dudas un clásico de los que alguna vez se oyó hablar. La imagen de ese personaje enamorado en silencio, de nariz prominente, persiste en el imaginario colectivo como uno de los grandes íconos del romanticismo, aunque no se haya leído la obra de Edmond Rostand o visto las adaptaciones teatrales o cinematográficas.


La nueva versión teatral, que se presenta en el Presidente Alvear (Av. Corrientes 1659, CABA), está dirigida por Willy Landin y protagonizada por Gabriel “el Puma” Goity quien se pone en la piel del célebre espadachín. La obra se instala con fuerza en la cartelera porteña como una apuesta sensible, vibrante y con momentos de auténtica emoción.

Goity, que conoció a Cyrano en una de las versiones más recordadas del San Martín allá por 1977, confiesa que fue ese espectáculo el que lo impulsó a convertirse en actor. Hoy, casi cinco décadas después, cumple el sueño de interpretarlo él mismo. Y lo hace con una entrega conmovedora.

El alma detrás de la máscara

Cyrano es poeta, filósofo, soldado y un orador brillante, pero también un hombre atrapado por una profunda inseguridad. Siente que su nariz —enorme y grotesca según él mismo— le impide ser amado. Está perdidamente enamorado de su prima Roxane, pero en lugar de confesarle su amor, decide ayudar al apuesto pero torpe Cristian a conquistarla con sus propias palabras.

El juego teatral se vuelve más complejo: quien enamora no es el que se muestra, sino el que escribe desde las sombras. Cyrano le presta su alma al cuerpo de otro.

La escena del balcón, donde Cyrano le susurra a Cristian los versos que enamorarán a Roxane, es uno de los momentos más intensos de la obra. Un fragmento resume toda la poesía del texto: 

“¿Qué es un beso, al fin y al cabo,
sino un juramento hecho poco más cerca,
una confesión que necesita confirmarse, la culminación del amor, un secreto que toma la boca por oído,
un instante infinito
que provoca un zumbido de abeja,
una comunión con gusto a flor,
una forma de respirar por un momento
el corazón del otro y de gustar,
por medio de los labios,
el alma del amado?”
(Cyrano de Bergerac. Acto tercero. Escena X)

El texto de Rostand, estrenado en París en 1897, combina humor, duelo, filosofía y 

tragedia en dosis parejas. Es un ejemplo del teatro de ideas, pero también una obra de 

altísima sensibilidad emocional. Y en esta puesta, esos matices están bien cuidados. 


Goity, un Cyrano maduro y entrañable

La actuación de Goity conmueve. Lejos de sobreactuar o caricaturizar, construye un Cyrano humano, melancólico, irónico y digno. Un hombre que se resiste a venderse a los poderes de turno, que desprecia la mediocridad y el oportunismo:

 

“¡Morir, sí! ¡Venderme, no!”

Es imposible evitar asociarlo con tantos otros personajes quijotescos que luchan contra las injusticias aunque sepan de antemano que perderán.

Su tragedia no es no haber sido amado, sino no haberse sentido digno de serlo. Cyrano representa al héroe que se sacrifica por ideales más grandes que su propio bienestar. El que calla lo que siente por no empañar con su “fealdad” el amor de la mujer que ama. El que escribe desde el anonimato para que otro conquiste. Y que solo al final, cuando ya es tarde, se atreve a decir la verdad.


Una puesta para dejarse emocionar

Esta versión de Cyrano se apoya en un gran trabajo actoral, una dirección clara, un texto potente y un elenco que acompaña con solidez.

La música, la iluminación y el vestuario trabajan a favor de esa atmósfera romántica, a veces un poco idealizada, pero que encuentra en su sencillez una gran fuerza poética.

Puede que hoy el personaje nos resulte algo lejano, hijo de otro siglo, con códigos de honor y romanticismo que parecen haber quedado en el pasado. Pero es precisamente eso lo que lo vuelve entrañable: Cyrano nos recuerda que hubo un tiempo en que la palabra valía más que la imagen, en que el amor podía ser un acto de coraje y, que incluso en la derrota, había una forma de victoria.


Cyrano va a tener solo 20 funciones en Buenos Aires, de jueves a sábados a las 20 y los 

domingos a las 19, hasta el 15 de junio. En el Teatro Presidente Alvear, Av. Corrientes 

1659, las entradas en la boletería del teatro: Precios accesibles 



FICHA TÉCNICA DE LA OBRA:

Autor: Edmond Rostand

Traducción, adaptación y dirección: Willy Landin

Elenco
Cyrano de Bergerac Gabriel Goity
Roxane María Abadi
Cristian Mariano Mazzei
De Guiche Mario Alarcón
Le Bret Daniel Miglioranza
Ragueneau Iván Moschner
Montfleury / Cocinero 2 / Pueblo Larry de Clay
Valvert Fernando Lúpiz
Paje / Mosquetero/ Brissaille / Cadete 8 Pacha Rosso
Condesa 2 / Chaperona María Rosa Frega
Bellerose / Lisa María Morteo
Impertinente / Cocinero 3 / Pueblo / Capuchino
Hernán “Curly” Jiménez
Marqués 2 / Carbon de C. Jaloux Pedro Ferraro
Lignière/ Poeta 3 / Pueblo Ricardo Cerone
Bufón / Aprendiz de pastelería / Cadete 4 Tomás Claudio
Marqués 3 / Cadete 2 Franco D’Aspi
Condesa 3 / Poeta 1 / Cadete 3 Pablo Palavecino
Marqués 1 / Cadete 1 Agustín Suárez
Vieja Mula / Poeta 2 / Pueblo / Barbas Horacio Vay
Marqués 4 / Cocinero 3/ Sombrerero / Cadete 5
Tito Arrieta
Condesa 4 / Prostituta / Cadete 6 / Monja 2 Lucía Raz
Condesa 1 / Cocinera / Cadete 7 / Monja 1 Jess Rolle
Cantinera / Compradora / Pueblo / Centinela / Monja 3
Paloma Zaremba

Músicos en escena
Lautaro Asato, María del Rosario Barrios Caram, Gisela
Nonaka, Gustavo Valor, Lorena Yankelevich, Keiji Yonagi
Coordinación de producción
Federico Lucini Monti, Lourdes Maro
Coordinación técnica de escenarios
Lucas Pulido, Cecilia Núñez, Ana María Converti,
Alejandro Martínez
Producción técnica Lorena Riafrecha, Pablo Rojas,
Pedro Colavino
Diseño y puesta de sonido Leo Leverone, Miguel Álvarez
Música original Willy Landin
Diseño audiovisual Matías Guerra, Juan Guerra,
Willy Landin
Diseño de iluminación Rubén Conde, Willy Landin
Diseño de vestuario Willy Landin
Diseño de escenografía Willy Landin, Pilar Camps
Dirección general Willy Landin
Duración: 180 minutos (con un intervalo)


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Soy Karina Almada, tu corresponsal cultural desde El Mojinete del Rancho para todo el mundo. 

Hasta la próxima.

Kary.